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“En mi historia judicial no hay un solo hecho ni de omisión ni de mirar para otro lado”

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“En mi historia judicial no hay un solo hecho ni de omisión ni de mirar para otro lado” - Revista Salvador

Abel Cornejo es reconocido como uno de los principales juristas e historiadores de la provincia y uno de los miembros más destacados de la Corte de Justicia. Sin embargo, su nombre se hizo conocido por todos por el llamado “enroque judicial”, concepto al que no adhiere y en esta nota explica las razones de su renuncia a la Corte y su posterior designación en la Procuración General.

Por Eduardo Huaity González

Crítico, directo y con una predisposición muy poco frecuente entre los jueces de hablar con la prensa, también es un reconocido historiador y autor de los libros  “La mirada de Güemes. Una historia política” y “Martín Miguel de Güemes un relato geopolítico inconcluso”.

Cornejo es poseedor de un extenso y rico currículum, que sólo sería apreciable en su totalidad si se le dedica un libro completo, pero se destaca como: corredactor del Nuevo Pacto Federal Ambiental, representante del Poder Judicial de Salta ante la Comisión Provincial para la Prevención de la Tortura y otros tratos y penas crueles, inhumanos o degradantes, corredactor del Proyecto de Código Procesal Penal para la provincia de Salta elaborado por el Ateneo de Política Criminal de la Universidad Católica de Salta y presentado ante la Comisión de Justicia del Senado y Ministerio de Justicia de Salta en septiembre de 2010, Director Nacional del Proyecto “Juzgado Modelo” PROJUM, Consejero Juez del Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación, Juez de la Corte de Justicia de la Provincia de Salta y, actualmente, Procurador General de la Provincia de Salta.

Mucho se dijo y todavía mucho se dice del famoso enroque judicial y todo el mundo se hace la misma pregunta. ¿Cuando renunció a la Corte, ya sabía que se iba a hacer el enroque?

No, no, aunque nadie lo crea. Lo que pasa es que se instala alguna tendencia informativa, la única  manera de revertirla es a través del tiempo con determinados hechos o determinadas cosas que cambien la visión. Yo te agradezco porque nadie me lo preguntó así en seco como había que preguntar y es algo que yo quiero aclarar.

¿Qué pasó entonces?

Al momento de mi renuncia, que eso después pasó desapercibido por la misma cantidad de información o el dinamismo que tiene, pasaban dos cosas. Una, acababan de celebrarse las elecciones en el Consejo de la Magistratura que habían sido muy traumáticas, porque habían habido muchas aristas y rispideces, incluso yo quedaba en minoría aunque había terminado el mandato . Y otra cosa que pasaba, era que se estaba discutiendo en una forma muy amplia en la sociedad si iba a salir o no el fallo sobre la institucionalidad de la Constitución de Salta.

Usted se opuso a la reforma…

En ese sentido, durante el 2018 resisto cualquier archivo sobre eso, salí en todos los medios oponiéndome férreamente a la reforma de la Constitución. Considero que la mejor constitución que tuvo Salta es la 1986. Uno ve lo que fue la calidad de los diputados constituyentes que hubo ese año, más la plena vigencia de partidos políticos que estaban recuperando la democracia, eran partidos fuertes, que prácticamente se han extinguido y no se han reconstituido.

La constitución del 86 permite una participación plural, que no haya reelección del gobernador, que los mandatos de los jueces durasen seis años y si se renovaban, se renovaban de por vida. Incorpora una serie de derechos como el amparo, como el habeas corpus o el hábeas data que, a nivel país, son únicos hasta el día de hoy. Si a mí me preguntasen, yo volvería a eso. Lo único que si cambiaría o le agregaría es la forma de selección de los jueces.

¿Mejor que la existe en Salta?

En Río Negro, hay un sistema muy bueno, que se llama Consejo de Estado. Existe el Consejo de la Magistratura para los jueces de primera y segunda instancia, y el Consejo de Estado que es el que elige a los jueces del Tribunal Superior que es el nombre que allá tiene la Corte de Justicia.

¿Quiénes integran ese Consejo de Estado?

Lo integra el Gobernador de la Provincia, el Fiscal de Estado, el Presidente del Colegio de Abogados, el Presidente de la Legislatura que es unicameral, y un representante del Poder Judicial.

O sea que queda siempre dependiendo del poder político…

No tanto del poder político…

Acá en Salta lo tengo que sentar a Manuel Godoy y a Urtubey y es lo mismo. Lo sigue eligiendo el Gobernador, porque el poder político absorbe todo…

Pero da la posibilidad de barajar otro nombre, de discutir y de que se pueda consensuar otra opción. En Salta veo que hay una gran virulencia crítica y es lógico que así suceda porque, al igual de lo que sucede a nivel país, se han aniquilado los partidos políticos. Hay que reconstituirlos de manera urgente porque, como dice la Constitución Nacional, son la base del sistema democrático. Al no haber partidos políticos, hay expresiones ideológicas que no llegan a corporizarse o a influir de manera determinante, y me parece que muchas veces nos quedamos en la mera crítica y no en la crítica con propuestas.

El Poder Judicial, de acuerdo a diversas encuestas que están publicadas, es el poder con peor imagen en la República Argentina. La gente no cree en la justicia y eso en Salta es aún mayor. Situaciones como la del enroque, ¿no perjudica mucho más eso? Primero que son siempre los mismos, los apellidos se repiten en los últimos 30 años. Y, en segundo lugar, muchos consideran que fue una maniobra para proteger la retirada del gobernador Urtubey y a esto suma que estalla el problema en la municipalidad…

Son todas cosas distintas.

Estoy de acuerdo, pero ahora lo relacionado a la Justicia se mezcla…

A mí me causa cierta gracia si se quiere, porque antes se me criticaba porque denunciaba cantidades de cosas. En mi historia judicial no hay un solo hecho ni de omisión ni de mirar para otro lado. Justamente, pienso que muchas veces cuando yo abro la boca o actúo en alguna cosa, algún interés oscuro o incómodo toco porque las reacciones a mí, me parecen un poco desmesuradas.

Hubo muchas reacciones y críticas de personas que han tenido algún pasado político frondoso en el sentido de cantidad de años, de experiencia y cantidad de cargos también. Yo no estoy tan seguro que se repitan los mismos nombres dentro de la justicia y, además, en la justicia ha habido algunos cambios.

Fui cuatro años presidente del Consejo de la Magistratura y no conseguí ni una sola vez se sienten todos los representantes del Poder, pero se habilitó y se hizo un edificio que en este momento es el más moderno tecnológicamente que hay en el país, para que pueda ir cualquier ciudadano.

También  se filman las audiencias, se pueden pasar las audiencias en tiempo real incluso y se implantó el sistema alfanumérico y, sin embargo, no fue suficiente para revertir esa situación. Esto no quiere decir que yo esté justificando nada, porque he sido muy crítico y autocrítico de la función de la justicia, tanto es así que fui el único que pidió el juicio político de otro juez, que para mí es un escándalo que lo siga siendo, y ese señor a su vez, no solamente sigue siendo juez, sino que le pidió el juicio político al fiscal de la causa. La resultante de todo eso es que después de casi dos años se condena, de una forma muy lejos de lo deseable, a los actores de una violación múltiple.

Volviendo al tema del enroque, el contexto en el que se da mi renuncia no es un contexto en el que se podía hacer una simplificación de la realidad, de decir “se cambió a este por otro”. La motivación de López Viñals la tendrá que explicar él. La motivación que tengo yo es la siguiente: ya había tenido un diálogo con el Gobernador el año pasado diciéndole que era mi interés retirarme de la justicia. Después tengo el secreto mejor guardado que algún día lo voy a revelar, tuve un ofrecimiento político muy importante y que si tenía posibilidad de ser electo y me consta que es así. No corresponde que lo diga ahora, bajo ningún punto de vista porque dije que lo iba a contar el día que me retire, por respeto a quienes me lo habían ofrecido. Lo considero un honor, pero tengo mucha más vocación para lo que estoy haciendo ahora. ¡Ni siquiera es vocación judicial! Esto es un desafío nuevo que nada tiene que ver con el Poder Judicial. Busco mejorar la defensa de la sociedad ante la comisión de delito, que es la función  que tiene el Procurador General.

Cuando se produjo mi renuncia, primero causó sorpresa y después empezaron las conjeturas. Entre ellas surgían: “por qué yo renunciaba con anticipación” o “si ya estaba todo arreglado o eso era una salida elegante para el gobernador”. Me remito a lo que dije antes: no tengo historia de omisiones ni de complicidad, si no de cumplimiento de la ley. Me consta que el Gobernador tuvo otros nombres en la cabeza antes de ofrecerme la Procuración General. Hay otro hecho que también quiero resaltar y que no es una práctica muy común en Salta: renunciar como en mi caso en particular. Renuncié el 18 de marzo, me la aceptan el 20 y el 21 de marzo ya estaba publicada en el Boletín Oficial.

Con respecto a lo del enroque, soy respetuoso de la opinión ajena, lo único que a mí me parece intolerable en un estado de derecho es el insulto. Ahora, que a mucha gente no le puede haber gustado este tipo de designaciones o esa decisión política, está en todo su derecho y yo tengo el deber de aceptarlo y respetar. Constitucionalmente, el gobernador estaba en sus facultades y legítimamente plena, porque le faltan siete meses para irse.

Visto de desde afuera, por los tiempos y los actores, esto pareciera estar pensado y planificado…

Esa puede ser una visión y yo la respeto, pero si hacemos un seguimiento de lo que dije en los últimos meses; por ejemplo, en carnaval me hicieron un reportaje que está en mi página web y ahí se van a dar cuenta de que claramente que yo ya tenía intenciones de irme del Poder Judicial.

El 31 de diciembre del año pasado, dije que el año 2019 iba a ser un año donde no solamente iba a haber un gran jaleo, como dicen los españoles, sino que iba a ser una año de grandes cambios. Pero, además, hay otro programa en donde se me pregunta concretamente sobre mi posición sobre la reforma de la Constitución de la provincia y yo digo que defiendo a ultranza la duración de los seis años porque dan la posibilidad de renovación, cómo se renueva ya no es una responsabilidad mía, eso es una responsabilidad, me parece, de los otros poderes públicos.

Y vuelvo a insistir en algo, creo que fui el único que lo dijo casi a machacones insistentes, que es imperiosa una renovación integral de la dirigencia en Salta y dije algo más el día en que asumí: que era mi última estación en la función pública, porque yo no quiero entrar en la decadencia física ni intelectual para dedicarme a la historia de la cultura en Salta y la región que es una asignatura pendiente y que hasta ahora lo hice esporádicamente.

Insisto, que por la oportunidad en que se dio pareció planificado…

Lo que me parece también es que nosotros estamos sentados en esta mesa y tenemos dos visiones diferentes, sin embargo, no nos estamos peleando, ni yo intento convencerte de que vos pienses como yo. Creo que dentro de un estado de derecho eso es lo más importante de todo, porque los grandes consensos se pueden lograr a partir de los disensos. Tal vez sirva para que en el futuro inmediato no vuelva  a haber gente que a esto lo vea como burdo, si no como una apertura hacia un consenso o hacia la opinión de otros sectores, pero también para que esos otros sectores también presenten una propuesta.

Se producía el mal llamado enroque, yo se jugar al ajedrez y el enroque es entre el Rey y las torres y no entre otras dos piezas cualquiera, pero está bien que así sea y que pase a la historia con ese nombre. Mientras esto sucedía no se escuchó que nadie proponga otros nombres para esos lugares, como sí pasó en el orden nacional cuando hubo una renovación en la Procuración General de la Nación y que no se llegó a un acuerdo, como tampoco lo hubo en su momento en 2015 para los jueces que iban a integrar la Corte Suprema. Entonces, vemos que es un problema casi endémico en nuestra sociedad. La crítica es esencial en el sistema democrático y quienes no aceptan la crítica, hay que decirlo con todas las letras: son fascistas, entonces están fuera del sistema.

En Salta hay que hacer algo con la justicia, porque nadie cree en ella. Ante esta premisa, que puede ser mi opinión, pero coincidente con muchos ¿qué se puede hacer? ¿qué se tiene que cambiar?

Vamos a compartir el análisis de que está deteriorada la imagen de la Justicia en Salta y si realmente nos interesa mejorarla hay que hacer algo. A diferencia de los otros dos poderes del Estado, que tienen que someterse algunos cada dos y otros cada cuatro a elecciones, en la Justicia no puede ser que se aseguren fuentes de trabajo con sueldos más que aceptables, durante 40 o 45 años. ¿Qué hay que hacer en consecuencia? Tiene que cambiarse y hacer funcionar a la luz del día el Jury de Enjuiciamiento y cuando alguien no cumpla sus funciones, hay que removerlo, cuando eso empiece a pasar y no es que hay que echar ni a todos los jueces ni a todos los fiscales, ni a los defensores ni asesores, si no darle a la Justicia el valor de la ejemplaridad del sistema.

Hay dos o tres casos paradigmáticos de personas que ya no deberían ser jueces, y no me corresponde dar nombres, pero ya todos lo saben. Ya deslicé uno que pedí yo, pero hay otros dos casos más que es increíble que sigan siendo jueces. Hay fiscales también controvertidos que deberían haber tenido al menos una sanción ejemplar. Porque parte del sistema republicano se basa en la ejemplaridad y si esa ejemplaridad no se da, entonces todo el mundo se apoltrona cómodamente en la silla. Ahora, cuando yo digo estas cosas, ojo, siempre tengo consecuencias contrarias. Cuando pedí juicio político, recibí también un pedido de juicio político, entonces es un poco increíble lo que pasa.

Hace unos días estalló el escándalo de corrupción en la Municipalidad, en medio de todo ese escándalo aparece una foto suya con Matías Huergo y eso causó ruido por todos lados…

Por supuesto, si esa foto fue publicada con la peor intención. Fue de cuando todavía Huergo no estaba involucrado en ninguna causa penal, porque no tengo por costumbre asistir a fiestas de gente con prontuario. No obstante, yo he tenido amigos que han cometido errores y he tenido amigos a los cuales fui a visitar a la cárcel porque hay una función de piedad y misericordia que también corresponde ante los errores humanos, nadie es perfecto y eso no implica ser ni cómplice ni estar de acuerdo con lo que ha hecho.

Pero veo que muchos que han sido amigos de Huergo, que era una persona que hacía de las relaciones públicas casi un culto, y ahora son hasta consejeros en contra de él cuando en realidad les contaba algunas cosas y tenían la obligación de ir a denunciar.

Esa foto me la mandó alguien que no estaba en la fiesta, como tomándome el pelo, no me acuerdo si porque estaba gordo o algo por el estilo y sale publicada y la cuelga un portal el día antes de que yo asuma como Procurador General de la Provincia, como si yo tuviese algo que ver con eso.

Es de una mala fe infinita, y de una intencionalidad totalmente espuria, no solamente porque no voy a negar que lo conozco, sino que quien publicó la foto, también tiene fotos con Matías Huergo. Me encantaría que la publique. Ahí hay otra cuestión, no vaya a ser cosa que con Huergo pase como con el caso Reynoso, porque me llama la atención y tengo un libro escrito sobre asociación ilícita. La asociación ilícita o banda como se llama en el Código Penal, está integrada por tres o más, pero acá hay un solo preso. Y lo mismo pasó con el caso Reynoso, entonces es la vieja teoría, la del chivo expiatorito: se saca el chivo de la majada yse lo hace responsable, mientras tanto se cubren otras cosas.

¿No le llamó la atención que quieran pasar la causa de la Municipalidad de la Justicia Federal a la Provincial?

El fiscal Carlos Amad, que es un fiscal muy valiente y que estuvo amenazado incluso, señala una cosa que comparto totalmente, ¿Por qué se empieza a desguazar la causa cuando recién se empieza a investigar y empezamos a mandar cosas a la justicia provincial y en otras nos quedamos en la justicia federal con un solo detenido? Se le baja el tono a la espectacularidad y nos acordemos también que esa causa tiene 16 meses de investigación, me llama poderosamente la atención el momento en que sale la causa. Porque si tenemos cierto “taiming político” para el uso de los prontuarios judiciales, estamos en un problema muy grave.

Parecería que el juez Bavio está desesperado por mandarlo a la justicia provincial…

Si va a la justicia provincial, en primer lugar ,nosotros vamos a seguir el criterio de Amad, pero si después la Corte Suprema nos dice que hay que investigar, vamos a investigar hasta las últimas consecuencias. Todos aquellos que se han solazado con la foto, después a lo mejor quieran que la foto se borre.

No se puede juzgar en dos juzgados distintos una misma causa…

Esa es una reflexión sabia porque está el famoso “Non bis in ídem” y es que nadie puede ser juzgado dos veces por un mismo hecho. El problema de empezar a abrir varias causas, en lo que en derecho penal respecta se llama “unidad de acción y unidad de propósito”, si el fin era único, la Justicia federal tiene que atender hechos más graves.

Lo que la ciudadanía no entiende es que estamos en un país que desde hace años viene con déficit de sector público, ¿para qué mantiene dos justicias? No se entiende. Cuando se fundó la Nación, la Justicia federal se la creó para asentar la autoridad del Estado Nacional en lo que se llamaban “los 14 ranchos”. Son muy pocos países en el mundo que tienen este doble sistema de justicia. La prioridad en este momento no debería ser a qué juez se la mandamos a la causa, sino cómo investigamos más rápido y determinamos quiénes son los responsables.

Va a ser un año difícil, complejo ¿esto cómo repercute en el Poder Judicial?

Sin duda, en el Poder Judicial no sé, pero en el Ministerio Público tengo tres ejes sobre los cuales voy a trabajar insistentemente.

Uno: considero que el Ministerio Público tuvo hasta ahora una política comunicacional extremadamente cerrada. No solamente vamos a revertir absolutamente eso, sino que se va a crear un centro de información institucional, vamos a mejorar la información en la página web y vamos a hacer talleres con la prensa para que puedan discutir.

Vamos a tratar de hacer talleres y cursos de capacitación para que los fiscales puedan comunicarse y el que no quiera que haya una suerte de vocería para que puedan estar enterados de lo pasa.

Dos: en la medida en que el presupuesto nos lo permita, vamos a implementar aunque sea de a poco y vamos a ir avanzando progresivamente en la creación de un cuerpo de investigadores del Ministerio Público, diferente de la policía, porque cuando hay que investigar a la policía, esta está inmersa dentro del estructura del Ministerio Público, como pasa actualmente en varios casos.

En tercer lugar, se va a crear un Consejo Asesor del Procurador General integrado por los fiscales de las distintas materias, porque yo no puedo trabajar sin escucharlos todos, que los fiscales me digan no solo cuáles son sus necesidades, sino también que me digan cuáles son las políticas que debemos implementar para evitar la impunidad, para resolver casos.

Desde luego, hay casos emblemáticos que me encantaría poder resolverlos. No puedo ser un vendedor de ilusiones, pero van a ver que con un trabajo casi de hormiga, vamos a ser todo lo insistente y obsesivamente posible para llevar adelante el esclarecimiento de esos casos que son los que a la sociedad les generan signos de interrogación.

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Director

Eduardo Huaity González

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Salta, Argentina