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Educación Sexual Integral, una asignatura todavía pendiente

El pasado 4 de octubre se cumplieron 14 años de la sanción de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) pero su correcta implementación en muchas provincias del país, como Salta, es todavía una asignatura pendiente.
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¿Qué pasa en la provincia?, ¿está la ley correctamente planteada?, ¿cómo se aplica en época de educación virtual debido a la pandemia? Se lo consultamos a Sandra Acosta, docente y psicopedagoga integrante de la Red de Docentes por el Derecho a Decidir de Salta. ¿Cómo se está manejando la implementación de la Educación Sexual Integral en las escuelas de Salta?

La ESI, tal como fue pensada y el espíritu de la lay que cobija, no llegó a instalarse de forma plena en el país ni en Salta. Creo que tiene que ver con que sus fundamentos implican un cambio de paradigma de la educación en general y todavía en nuestro país tenemos muy fuerte este sistema educativo que no logra superar el modelo tradicional que lo sustenta hace más de un siglo.

En este sentido, la ESI es como una parte de la batalla cultural, y un engranaje esencial en esta funda porque representa una educación liberadora, popular y cuyos objetivos apunten en la construcción de un nuevo tipo de sociedad en donde los derechos de todas las personas sean respetados. Y muchas veces eso no se entendió. También creo que por detrás hay otros fenómenos sociales que se cierran a comprender lo que es la ESI porque también va en contra de algunos intereses que están arraigados en la sociedad.

¿Cuáles serían algunos de estos fenómenos e intereses?

Muchas veces pensamos que si leemos lo que dice la ESI es imposible que alguien no lo quiera para sus hijos o para la educación de su país. Tiene unos objetivos que vos decís “¡Qué bárbaro! ¿Cómo alguien puede estar en contra de esa maravilla?”. Pero en realidad, el sentir general y las costumbres o hábitos, tienen una lucha de sentido simbólica intensa ya que en sociedades como la nuestra, la religiosidad es muy fuerte. Es así también que se crea una marca profunda tanto en los hábitos como en las costumbres, y en diferentes tipos de conductas represivas que señalan algunos temas como tabúes y se construyen mitos alrededor de ellos. Y deshacer esos moldes es un proceso arduo y no es homogéneo. Es un proceso que tiene sus picos de aceleración y baches porque depende de los procesos históricos y políticos que se dan.

Yo creo que nunca se entendió o no se quiere entender que el tema de la sexualidad sigue siendo un mito, un tabú y hay una gran parte de la sociedad que se niega a hablar del tema porque entiende a la sexualidad como algo referido a la genitalidad. Esto pese a que en el cuerpo de la misma ley se habla de que hay un concepto de sexualidad que no es solamente lo genital, sino que también tiene que ver con otros aspectos psicológicos, sociales, afectivos, éticos; es decir, todas las dimensiones que configuran a la persona, no solamente la salud sexual y reproductiva. Pero como no se puede entender ese concepto, hay muchos problemas para implementar la Educación Sexual Integral en las Escuelas y no solamente de los padres y madres de dentro del sistema educativo, sino de los mismos docentes.

¿Qué criticas realizarías a la ley tal como está planteada?

La ley 26.150 es muy linda, pero creo que necesita una reforma para poder ser efectiva realmente. Por ejemplo, no hace tanto hincapié en que sea dictada también la ESI en los niveles terciarios, universitarios, es decir, donde se forma un profesional docente. No está reforzada la idea de la necesaria capacitación de todos los docentes en todos los niveles en Educación Sexual Integral.

En todo este tiempo realmente se ha generado mucho contenido y hay contenido que llega a los docentes en forma de un manual, en forma de bajada de línea de que “hay que hacer esto”, y son docentes que no han recibido una formación en este sentido. Por lo tanto, cuando van a querer aplicar estos contenidos que baja el Ministerio, cada cual lo hace según la conformación de sus subjetividades alrededor de la sexualidad. Entonces todo eso no se ve aplicado en forma homogénea en todos los colegios, y obviamente, no cumple las expectativas que tiene la ESI. 

¿Hubo algún tipo de diálogo desde el inicio de la pandemia o mensaje desde el Ministerio en este sentido?

Hace unos días, el Ministro de Educación de la Nación habló sobre la necesaria implementación de un Observatorio de ESI, y creo que es porque este fenómeno de que no se aplica, es a nivel nacional y no solamente en Salta. En esta época incluso, ante el recorte de tiempo y de posibilidades de dar educación por medio de la virtualidad, se la sacó directamente de los contenidos. Lo que pasa, es que se ha priorizado con un criterio sarmientino la capacitación o el dictado de contenidos puramente formales y es fácilmente puesta como un contenido no prioritario.

La ESI no está pensada como un contenido prioritario para la educación formal de esta provincia y creería que pasa lo mismo en todas las provincias. Son muy pocos los casos excepcionales en los que sí se está dando ESI en la virtualidad.

Se sabe que en algunos casos la implementación de la ESI ayudó a que les niñes puedan llegar a denunciar casos de abuso sexual en la infancia. ¿Podrías explicar por qué es importante en este sentido?

Los abusos sexuales en la infancia tienen una alta incidencia en ser cometidos dentro del ámbito y el contexto familiar o cercano. Lo que sucede, es que el niño no tiene dentro de su contexto familiar la oportunidad de poder relatar la violencia de la que está siendo víctima, ya que le resulta mucho más difícil porque muchas veces convive con al agresor.

Al darse ESI en el ámbito escolar, a los niños le resulta mucho más fácil o menos riesgoso encontrarse en un ámbito de confianza con un adulto o una docente a quien puede confiar y hablar de estos temas.

Cuando un, o una docente crea el clima de confianza para que los niños que están siendo víctimas puedan hablar de esa situación, se sienten muy aliviados y  es muy importante que estos ámbitos de confianza se instalen dentro de la escuela. De hecho, la escuela es el lugar donde están bastantes horas, fuera de la casa y lejos del agresor. Por lo tanto pueden verbalizar o expresarse a través de dibujos.

La ESI viene a ser entonces una herramienta fundamental para desterrar de nuestra sociedad y de la cultura el abuso sexual en la infancia. No sólo porque crea estos espacios donde los niños pueden expresarse, sino también porque crea y desnaturaliza que un adulto pueda tocarlo o acariciarlo en sus zonas intimas o que haya juegos que sean ocultos. Por lo que estos secretos que le hacen guardar los abusadores a sus víctimas, terminan cayéndose ante esta situación de la ESI.

Cabe aclarar que al mismo tiempo se resguarda al niño o la niña de manera preventiva, es decir que cuando siente que está por vivir una experiencia de abuso; no se siente culpable y puede decir “no”. Ayudar a un niño a decir “no quiero”; “no quiero guardar este secreto, no quiero que me toques”, y avisar a alguien de confianza de que esa situación está pasando, previene situaciones mucho más traumáticas en la niñez.

Así que un sentido, pasa a ser no solamente receptora de abusos sexuales, sino que también de forma preventiva. Como así también ese niño o esa niña, crecerá y se formarán con un valor de respeto al cuerpo del otro, llegarán a adultos y tendrán otra relación. Es decir, que se cae eso de la naturalización de la violencia.

La ESI implementada como sus objetivos explicitan es el punto de inicio para deconstruir  los mandatos patriarcales y erradicar todo tipo de violencia machista. Y es por esto que las consignas del movimiento de mujeres levanta en primer lugar: educación sexual para decidir y luego anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir.

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Director

Eduardo Huaity González

Salvador® es una publicación de
Editorial ABC S.R.L.
Gral Güemes 1717
Salta, Argentina